viernes, 23 de enero de 2009

Revelaciones

Yo no consulto las cosas con mi almohada, eso es una ridiculez, una total y absurda falta de sentido común. Yo consulto las cosas con mi mate. Me dirigo hacia la cocina ya con tales designios, lleno la pava, enciendo la cocina y espero a que el agua llegue a su punto exacto mientras voy rumiando el motivo de consulta. El mate es como una sacerdotiza, prepararlo es el ritual introductorio y beberlo es el acto mismo de la declaración. No hace falta que uno hable, a veces ni siquiera hace falta que uno empuñe el firme propósito de la reflexión. No, es siempre como quién no quiere la cosa, uno tras otro los mates se vacían y se vuelven a llenar como en el mito del eterno retorno, así, en un circuito que comienza desde el mismo punto en donde terminó el otro ciclo. Así el pensamiento,a su vez, va dando vueltas, puliéndose o ensuciándose según nuestra autohonestidad, y si no existe la palabra yo la invento, y si ya hay otra inventada para tal empresa que la usen los eruditos.
La noche y el mate son una galera, una galera de mago, varita y galera, simbiosis perfecta. Después de que el agua al fin llega a su extinción, y la pava está otra vez vacía y aburrida, me voy a la cama satisfecha.
Si saco algo en limpio o no, depende de mí, el mate siempre ejecuta bien su labor. La almohada también, me espera muda y sorda, de otra manera no podría dormirme.

6 comentarios:

((Cioran el pirata)) dijo...

Esta bueno lo de consultar las cosas con la almohada, creo que sus silencios…son ecos a nuestras preguntas, ahora con el mate mucho dialogo no tengo..dado que lo mió es el café…y ponernos a discutir los tres seria demasiado jajaja

Saludos!!

Alasalamar dijo...

Vaya con el mate. Nunca pude sospechar tales propiedades.

néstor dijo...

Curioso esto del mate. Yo las pocas veces que tomé mate después de cenar, me tuve que quedar, a la fuerza, dialogando toda la noche con la almohada.

Hay un poema de Leónidas Lamborghini, respecto del mate, que tenés que leer. No recuerdo el título, pero está en el libro "Estanislao del mate".

Para mí amargo, che

Nelson dijo...

Ahhhh, con razón tomas tanto mate.

Viviana dijo...

Si llegare la allí arriba nombrada a tomar mate durante la noche, su almohada se enfurecería de tal manera por el estrujamiento al que sería sometida, que se aliaría con el colchón y entre ambos me arrojarían por la ventana.
El ritual lo realizo con más eficiencia munida de una botella de buena cerveza y el correspondiente vaso. El procedimiento es idéntico al que relatás.
Eso si... el resultado de la consulta no está garantizado al ciento por cien, pero, qué lo está en esta vida?

Lluvia azul dijo...

Bueno, veo en este escrito una reflexión profunda...pero me quedo que cada quien con su cada cual.
Saludos.