lunes, 22 de marzo de 2010

La pregunta

Recuerdo como si fuera ayer esa tarde de invierno en que mi tremenda bocota de niña curiosa e ignorante de todas las susceptibilidades que pueden herirse en este mundo me llevó a preguntarle a mi tío, con total desparpajo, qué cosa le habían hecho los militares.

-¿Qué te hicieron, tío, cuando estabas preso?

Mi tío abrió los ojos como si de repente se le viniera un inesperado mazazo encima, luego entrecerró los párpados y se frotó la barba rojiza, esa que, desde su libertad en el 82, cubre la mitad de su rostro y veda la mitad de su boca.

-Han estado hablando de mí, ¿eh?-dijo, con total acierto.

Mis gajes de niña fisgona habían quedado al descubierto y, como a esa edad uno es todavía tremendamente egocéntrico, tan egocéntrico como la Tierra en el Medioevo, me amilanó el temor de que fuera a acusarme con mis padres de andar oyendo conversaciones de mayores y de andar haciendo preguntas. De modo que no me interesó más saber nada, agarré mis revistas Billiken y huí al comedor.

No me fijé si le brillaron los ojos, o si le tembló la voz o las manos, ni fui a chequear qué cosa fue a hacer al baño que le tomó una hora entera.

10 comentarios:

Druida de noche dijo...

precioso..la memoria es otra forma de decir justicia

Óscar Martín Hoy dijo...

La memoria puede ser algo muy doloroso, pero no está de más hablarlo para que ni se olvide ni se repita. Yo también he conocido a torturados durante la dictadura, no de mi familia, pero aún así los sentía tan próximos. Y sin embargo, por mucho que preguntara no dejaba de sentirme un extraño, como si no entendiera nada.

Anónimo dijo...

El recuerdo, la otra manera de vivir, la foto impresa de un camino que día a día se reconstruye. Me recordó mucho a José Revueltas, un texto casi impotente capaz de ser leído como deben ser leídos los textos como estos, de pie.

Gracias por tus comentarios, pues me ayudan mucho, admirada MAESTRA.
BESOS Y SALUDOS.
Peke.

Anónimo dijo...

Todos somos un poco fisgones. Y no nos damos cuenta de que con ello podemos lastimar a quienes amamos

Saludos

néstor dijo...

Un recuerdo fuerte, por cierto, como debe ser.

un abrazo

Nelson dijo...

Qué brutalidad. Detesto a cada uno de ellos y a todos los que abusan felices de cualquier tipo de poder que mágicamente los pueda convertir de simples cobardes en sádicos monstruos.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
DE TODO UN POCO

ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE EL NAZARENO- LOVE STORY,- Y- CABALLO, .

José
ramón...

Samy Goldstein dijo...

Me encanto este texto! por que por un lado tenemos la cruz de la historia inolvidable, olvidable del tio, sus recuerdos mas oscuros y por otro lado, como una especie de alto contraste, la inocencia de esa nena en medio de aquella historia y las revistas billiken.... me parecio barbaro contrastar esos dos mundos.

ES mi primer visita a tu blog! y desde ahora, tenes un visitante mas!

Un gran saludo!

El perro andaluz dijo...

No lo supiste entonces, pero al final de todo, uno se entera. Y la rabia...

César Aire dijo...

Excelente! La elipsis es todo, me quedé haciéndome un montón de preguntas sobre lo que pudo haber pasado en esta pequeña historia: no pasa seguido eso!

Volveré por estos pagos che, muy bueno.
saludos!