lunes, 16 de agosto de 2010

La conversa convulsa

Cliente: Buenas tardes
—Hable con guión—pide amablemente la recepcionista.
Cliente(molestísimo): Una habitación con vista al mar, por favor.
La empleada de la limpieza zarandea la cabeza mientras trapea y opina por lo bajo: “Esto es cosa de todos los días, no sé por qué no ponen un letrero anunciando las reglas”
—¿Tiene algo que alegar, Mercedes?
“No, no, claro que no, señora, yo me refería a los desperdicios, vendría muy bien un cartel que indicase los tachos de los residuos, parece que no los encuentran”
—Mercedes, no sea irrespetuosa, hable con guión.
“Está bien, señora”
—¡Y dale!
Cliente: ¿Me va a dar o no la habitación?
—Aquí les damos habitaciones a las personas decentes, no a los mentecatos.
Cliente: ¡Faltaba más, tamaña injuria! ¡No se lo permito!
—Aquí los que permitimos o despermitimos somos nosotros.
El cliente se arremanga la camisa y se envalentona.
—¡Oh, no se atrevería usted, con una mujer!
Cliente: Si usted quiere que sea indecente, lo seré.
Mercedes se cubre la boca con una mano: “Esto no puede estar sucediendo”
El cliente rodea el mostrador hasta casi darle alcance a la recepcionista, que sale escandalizada de la forma de c que dibuja la madera, detrás de la cual ahora el hombre busca ansioso en el monitor una vacante con vista al mar.
La empleada se queda impávida y deja caer el trapeador.
—Déme eso, inútil—conmina la otra, levantando el palo del piso.
Mercedes: Si usted continúa… me faltó pasar debajo de los sillones.
“¡Claro que continúo!”, exclama la mujer, como si la desafiasen.
Mercedes se acerca al mostrador, donde el hombre tipea nerviosamente y abre y cierra los cajones.
Mercedes: Una habitación con televisor, que sea para hoy.
—¿Pero donde estuvo usted todo este tiempo? ¿No escuchó que las normas mandan pedir con guión?—repone el hombre.
Mercedes:¡Que me dé un dormitorio ahora mismo, traidor!
—Lo lamento, usted debe ser amable
“Ya sabía también yo que esto era de nunca acabar”, dice la que trapea por lo bajo.
Mercedes: ¡Amable un carajo! ¡No se puede confiar en la palabra de los mentecatos!
—Qué falta de decencia, es usted insoportable, le queda de fea esa manera teatral de expresarse... y con ese uniforme a rayas… tal vez si rebajara unos kilos…
Mercedes: ¡Ahora sí, ahora sí!
Mercedes gana el mostrador, derrocando al hombre, que sale con la cabeza baja hacia la que limpia, y le quita el trapeador de las manos, resignado.
“Dame acá, si todo esto ya está planeado, par de brujas” impreca, y se pone a trapear con malhumorada meticulosidad.
—¿Señora, la número 43 o la número 44?—pregunta Mercedes con suficiencia.
Señora: La que vos elijas, después de todo, las conocés mejor
—La 44, está ubicada a la derecha del pasillo—explica con exagerada deferencia.
Señora: Gracias, Mercedes, siempre es bueno tener la puerta a la derecha.
—Oh, no, gracias a usted ¡Muchísimas gracias!
Señora: Está bien, está bien… Pero me lo mandás a eso de las dos con un café cargado, y algunas masitas vainillas, y que no derrame, eh. ¡Que no derrame!
—Delo por hecho, y cualquier cosa que se le ofrezca, señora…—dice obsequiosa.
Ni bien la mujer se mete en el ascensor, el hombre junta saliva y estampa dos cargados escupitajos en el piso. La nueva recepcionista lo mira, decepcionada de sus responsabilidades. Lo ve fregar infructuosamente el único rectángulo de madera.
—Es parqué, no se friega con trapeador. Se necesita el pulidor, que está en el armario de instrumentos de limpieza.
El hombre la mira incrédulo, con menoscabo, tira el palo y se aleja rezongando.
—Shht, shht, shht—prorrumpe ella—. Para el otro lado. ¡Para el otro lado! ¡Pasillo de la derecha, tercera puerta, cuarto placard!
El hombre corrige la marcha, profiere unas palabras inentendibles, y encuentra por fin el corredor derecho, la tercera puerta y el cuarto placard.

10 comentarios:

Viviana dijo...

-Y si... cosas de la vida cotidiana, ¿Vió? "Pensó sin guión la que leía".
Noelia: Sabrá leer esta mujer que no obedece las reglas?
-Señora Noelia, le faltó un signo de interrogación. Respete La Ley por favor.
Noelia: Y usté quién es para venir a cuestionar cómo se me antoja a mí escribir?
-jajajajajajajaja!
Noelia: Le faltó un signo de exclamación, señora. Haga el favor de retirarse.
Viviana: ¡Me encantó leer esto, Noe!
Besos!

Joe dijo...

Que parecido a las conversaciones amables de mi cabeza!.

Es como decías hay que leer para interpretar pero a veces quedas estupefacto, parado, frenado, y empezar a pensar sobre lo leídos es como caminar en arena.

Me pregunto si esa señora mala onda no nos representa un poco a todos, yo en mi trabajo soy bastante serio como para que no me pidan nada de mas, casi mala onda, pero es solo protección sobre los exabruptos.

Abrazo!

jlg

Óscar Martín Hoy dijo...

Señora Noelia, me ha encantado leerle con y sin guión.

- ...

Y sí, es verdad. Ah, disculpe, se me olvidó de nuevo el guión. ¿Cómo sigue la historia?

Franziska dijo...

Pensé que habían vuelto los tiempos de los hermanos Marx esos tan graciosos, y ya veía yo a Groucho, Chico y Harpo armándola de la manera más cómica...Pero no, las cosas han seguido el mismo humor pero con un guión original creado por tí.

Noelia A dijo...

Al menos no se aburrieron, jaja

Anónimo dijo...

El mito del eterno retorno explicado para dummys. ¡Muy bien!

Por otro lado, muy interesante historia que nos habla de cómo el matriarcado fue derrocado por el patriarcado que será, en el futuro, desterrado nuevamente por el retorno impensado del matriarcado.

Si, ya sé, me fui al carajo. Pero Eliade me puede.

Saludos

J.

Nelson dijo...

Ud. ha estado leyendo a Cortázar. Ha empezado el vuelo, lo fantástico de lo fantástico.
Excelente cuento, la verdad, muy bueno, admirable.

Joe dijo...

Ya aparecerá en algún lugar, estoy seguro!

jlg

Roberto dijo...

solo el título te hace pegarte al ordenador..escribes como los ángeles

Gustavo Murillo dijo...

huy que buena la funcionaria esta!!!
lo de los guiones es fulminante!
(ahora, si uno le hablase usando los guiones y ella te reprochase su ausencia ¿como convencerla desde la oralidad?)
por otro lado esos cambios de roles sin mas...
parece la revolucion rusa parece!
o en la granja... :-)
felicitaciones por la buena pluma y la buena inspiracion!