domingo, 6 de febrero de 2011

Convivencia

....Discutían a viva voz como si lo estuvieran haciendo por dinero. Traté de aquietar las aguas diciendo que siempre es una de cal y una de arena, pero como no me escucharon —ya habían escalado a un nivel superlativo de la rabia— les dije que era como una de Florida y una de Boedo, en partes iguales. Una de ellas había empuñado el pisapapeles y la otra trataba de disuadirla con una verborragia incontenible, pero sin retractarse. Hay quién se atreve a hacer esto ante armas más letales que un pisapapeles, pero verdaderamente me movió a risa verlas tan empeñadas en destrozarse. Como si la causa lo acreditase. Hoy en día se batalla por motivaciones materiales, algún que otro episodio originado por el orgullo. Posesiones, siempre la lid es por posesiones, dominio, poder, en el último de los casos, venganza. Válgame con rencillas de causas nobles.
....La una abría compulsivamente los libros y señalaba citas probatorias. La otra no hacía más que levantar más alto el pisapapeles de mármol y amagar a intervalos más cortos. Encarnizadas en la lucha conceptual, daban vueltas a la mesa. Les grité desde una distancia prudencial que no había forma sin fondo ni fondo sin forma, que depusieran las armas. Pero ni una cerró la boca, ni la otra bajó la piedra. Como si Esparta y Atenas se enfrentaran exponencialmente, la vi a la primera arrojar el pisapapeles y a la segunda refugiarse debajo de la mesa retrucando con refranes, citas y aforismos. Pero por favor, si es la cabeza también la que tiene que mover las manos, y si se las amputa, la hemorragia también la mata.
....“¡Terminen ya, por Dios, es una de Dionisios y una de Apolo!”, exclamé, tratando de ajustar la fórmula a la asignatura, intentando pensar de qué otra manera frenar la colisión, pero ya las veía erguirse frenéticas, como dos montañas a punto de impactar. La una tomó la pluma y la otra el papel y así siguieron la trifulca. La que antes tenía la piedra ahora erguía la pluma, miraba a su contrincante, que se quejaba de la desventaja del papel: “No me amagues con eso ¿no te has cortado nunca con papel?”, le dijo. La otra le respondió: “No, siempre me he hincado con plumas”. Se abalanzaron una sobre la otra y se tomaron como luchadoras de sumo. Sus fuerzas, análogas, se contrarrestaban, describían movimientos simétricos sobre la sala de piso de parqué. El desplazamiento hacia el sur que infligía la una, correspondía con exactitud a la distancia hacia el norte que lograba la otra.
....“¡Viceversa!”, repliqué yo, para que les valga a ambas. Y de aquí a tirarse con reglas, y de allá con alas. Y de aquí con Aristóteles y de allá con Platón. Todos los antípodas posibles aprendieron a volar como misiles, ajenos a las leyes de balística o muy de conforme, dependiendo de quién los aventara. Era una perfecta manifestación de antítesis. Derecha, izquierda. Blanco, negro. Aristocracia, plebe. Urbanismo, ruralismo. Laconismo, minuciosidad. Inspiración, trabajo. Improvisación, reglamentarismo. Dulzura, indolencia. Denuncia, apología. Concesión, refutación. Poética, prosaísmo. Diplomacia, grosería. Lectura, escritura. Fuerza, maña. Inteligencia, destreza. Precisión, vaguedad. Neutralidad, regionalismo. Minimalismo, saturación.
....“¡Bueno basta, es la mitad de cada cosa!—exclamé, hastiada—. ¡Traten de darle cabida a todas las posibilidades!”
....Voltearon sus rostros hieráticos hacía mí, yo que me estaba acostumbrando a la evasión. “¡Demócrata!”, me espetaron, asqueadas.
....La repentina concordancia me dio miedo, más miedo que todas las discrepancias juntas. Así que las agarré del brazo y las devolví al placar, de donde no he vuelto a sacarlas. Continuamente se escuchan ruidos bélicos, disputas y rugidos; gritos, lamentos, órdenes y rezongos. A veces, muy de vez en cuando, se quedan extrañamente calladas. Entonces tomo las llaves y me ausento por un tiempo.

11 comentarios:

Marisa dijo...

El que tiene posesión de la razón no le hace falta gritarla.

Me ha encantado tu relato. En primer lugar, porque he sonreído a medida que iba leyéndolo por el humor y la ironía de las que hacías uso con gran habilidad y eficacia.
Y en segundo lugar, por su gran profundidad, por su realidad socavada entre un pisapapeles que amenaza con volar hacia una hermosa cumbre de cabellos rubios, o con una pluma que se va a convertir en peligroso aguijón de avispa.
¿Fondo de todo esto? A mí, sin duda, me lleva a la intolerancia de color verde que, cada vez con mayor frecuencia, brota como setas en este "lacrymarum valle". Convivir es aprender a respetar los colores o palabras que no nos gustan, quizás porque no lo conozcamos.
¿Sabes cuál es el germen de la intolerancia? la ignorancia, madre atrevida donde las haya.

Espléndido relato, Noelia. Un enorme placer.

Besitos.

Nelson dijo...

Interesante. Habrá que preguntarse ahora quiénes eran, monstruos o ángeles, hijos o padres, animales o humanos, corpóreos o fantasmas, lógicos o ilógicos... aunque presiento que muy en el fondo no es necesario, el espejo necesita algo que reflejar.
Y se me vino a la mente, entre otras cosas, una cita, creo que es Aristóteles: "Entre dos personas iguales en fuerza, la más fuerte es la que tiene la razón".

Noelia A dijo...

Marisa, es verdad, "Convivir es aprender a respetar los colores o palabras que no nos gustan" Me alegro que te haya gustado, le hayas encontrado un sentido (ya sabemos que a los escritos los completa el lector, otorgándoles el sentido que tan frecuentemente el propio escribiente desconoce o conoce a medias).
Me has dado una buena interpretación, porque no sé muy bien qué quise decir con tanta mezcolanza.
Un abrazo, Marisa, un placer tus comentarios.

Nelson, desconozco la frase, a primera lectura parece contradictoria, si tienen la misma fuerza cómo va a ser " el más fuerte", pero quizás sea que, aún cuando tengas la misma fuerza, el que más se imponga, quién sabe. Pero sí, andas acertado en lo del espejo.

Óscar Martín Hoy dijo...

Qué bien suena 'demócrata' como reproche cuando se está hablando de posesiones. Muy curioso, muy divertido tu relato.

José A. García dijo...

Y, hay gente que le gusta discutir hasta imponerse, aún cuando no tienen argumentos para ello...

Saludos

J.

Palabras como nubes dijo...

Una palabra: excelente.
Ah, la pasión, Noelia, la pasión! Ojalá continúen luchando así, sin límites -o al menos, no evidentes-.
Nota al margen: Cualquier convivencia tiene sus batallas, minúsculas, internas, de todo tenor.
Me en-can-tó!

Jeve y Ruma

El perro andaluz dijo...

Estás arrolladora, imparable y llena de creatividad, cosa que agradecemos emocionados:)

Anónimo dijo...

Frase de DAGA:
El día que tuve que gritar mis verdades, me di cuenta de que no tenía razón.

Vi en el relato la disputa del propio ego, pero con la condición de estar del lado de afuera. Tal vez por eso los guarde y los encierre, para un día fue bastante.
Es un desequilibrio que todos tenemos y que "afortunadamente" no sacamos a diario.
Muy bien redactado.

La frase es así:

Entre dos hombres iguales en fuerza, el que tiene más razón es el más fuerte.
Pitágoras

Saludos.

Raymunde dijo...

Muy bueno: la ironía va apareciendo poco a poco, de entre líneas, mientras tus personajes siguen con su batalla infinita.

Me gustó mucho el final, el "demócrata" como insulto y la marcha ocasional de tu propia cosa por miedo a las "compañeras" de piso...

Noelia A dijo...

Gracias por los comentarios, gente. Estoy un poco retrasada, pero ahora me pongo al día. Saludos

Noelia A dijo...

Daniel, gracias por esclarecer la frase de la duda, ahora sí tiene sentido.
saludos