viernes, 1 de julio de 2011

Como un saco de papas

....Un día pasaron por televisión la increíble noticia: la fuerza gravitacional había decidido invertirse a tres metros de distancia del suelo. Esto quería decir que, burlando la ley física y amputando las teorías astronómicas de raíz, toda criatura viviente que se elevara por encima de esa altura caería hacia la gran boca del espacio.
....Después de la incredulidad general, brotó el estado de pánico y, luego, unas cuantas desapariciones vinieron a probar la hipótesis. Se clausuraron los vuelos, se prohibió el uso de globos, paracaídas y parapetentes y la zona habitacional de los edificios se restringió a la planta baja. Nadie nunca más subió a un techo o a un mirador. Se prohibió a raja tabla hablar del cielo, del aire, y de todo cuanto estuviese por encima de la línea de retorno. Se le había impuesto ese nombre porque los objetos retornaban siempre y cuando no la traspusieran. La gente, acobardada por las multas, miraba continuamente para abajo. Los alpinistas, montañistas y escaladores se limitaron a contemplar, nostálgicos, videos caseros sobre antiguas conquistas.
....Hasta que un día, siempre hay uno de estos días, un joven temerario quiso probar caerse para arriba. Ajeno al apocalíptico convencimiento de todos, trepó apasionado la escalera que llevaba a la terraza de una casa y, desde allí, frente a las impávidas lentes de las cámaras de televisión, se precipitó.

9 comentarios:

Marisa dijo...

Impresionante originalidad y filosofía flotando a partes iguales por tu magnífico relato.

¿Qué ocurriría si las leyes universales se invirtieran? Si lo que creíamos como verdad absoluta se convierte en falacia comprobable. En mi opinión, sería la hecatombe de nuestro sistema.

Por otro lado, no he podido evitar hace otra lectura más filosófica: la imposibilidad de alejar los pies del suelo, el peligro de volar o soñar porque en la recta final de ese viaje espera la muerte segura o la desaparición de quien sueña. Mutilación del idealismo para poder sustentar la ley de supervivencia.

Todos tus relatos son magníficos, Noelia, pero este en concreto me ha parecido el mejor que te he leído. Es magistral en su contenido.
Recibe toda mi admiración y honores.

Un fuerte abrazo.

Palabras como nubes dijo...

Siempre hay un día, un arriesgado, un dogma impuesto, muchos cobardes, varias hipótesis, un hecho relevante.
Muy buen texto, Noe.

Abrazo
J&R

Noelia A dijo...

Gracias, Marisa. Me gustan tus interpretaciones, las dos son válidas. Es como que los humanos tendemos a no aprender de la historia.
Me gustó esta frase "Mutilación del idealismo para poder sustentar la ley de supervivencia."
Me has ayudado a comprender lo que he escrito, y me alegro que hayas disfrutado el relato, eso siempre es un placer y levanta el espíritu del que escribe.

Un beso grande

Jeve, así es, todo lo que decís y más. Un etcétera infinito de cosas que posibilitan los hechos.

Un abrazo

José A. García dijo...

Seguro que llegó a un lugar mejor, sin hombreS

Saludos

J.

Noelia A dijo...

José, quizás sí. Aunque dudo que los dioses sean mejores.

Un abrazo

José A. García dijo...

Por eso mismo no mencioné a los tales dioses...

Saludos

J.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Como siempre estupenda amiga.

Saludos y buena tarde de sábado.

Nelson dijo...

Siempre habrá suicidas. Contra las leyes de la física o ayudándose de ellas.

Franziska dijo...

El hombre que rompió la teoría. Todos conocemos ahora la ley de gravedad y sus parientes pudieron recoger sus huesos rotos y, además, llegaron a creer que había sido un milagro que el espacio no lo hubiese engullido, según las leyes establecidas. ¿Conseguirían salir de su error o les serviría para sostenerlo con más fuerza?