jueves, 23 de febrero de 2012

Bien

bien, digo
y la mente se me llena de escuerzos
la morsa que sube del estómago al pecho
el qué me importa en el portal, esperando
que alguna vez le abra la puerta para salir a jugar
usted que no puede pero trata

y es soltar esta sonrisa simiesca
azufrada
sobre la pista eléctrica
que transita por los nervios como un verdugo errante

bien
solo porque lo preguntan
porque da trabajo retractarse
porque he venido a que me quiten
las espinas del colchón en que duermo

con el dedo en el filo de una puerta
que golpea constantemente
y con usted que me da un analgésico
y no abre ni cierra la puerta
ni me saca el dedo del filo
ni me desata para que pueda salir corriendo.

3 comentarios:

Marisa dijo...

Hermética la composición, Noelia. Me quedo y disfruto de su belleza compositiva y metafórica pero, esta vez, -por primera vez-- me guardo la interpretación.

Un abrazo.

José A. García dijo...

Hay preguntas que mejor no hacer, pero la maldita cortesía nos impulsa a lo contrario.

Espero que andes bien.

Saludos

J.

Samy Goldstein dijo...

Así como uno solo se ata, también se desata. Así que brindo por el qué me importa del principio.

Un gran saludo!