Cuando
alguien me dice “si nada has hecho, no tendrás miedo de dar tus datos a la
policía” yo replico que si nada he hecho no tienen por qué pedírmelos y que
Marita Verón estaría con su madre si, al escaparse de sus captores, no hubiera
ido a pedir ayuda a la policía. Así de simple, y, para muestra, un botón,
aunque de veras haya mucho más botones, porque no fue, ni por joda, un caso
aislado. Téngase en cuenta que ningún delito que escala a proporciones
grotescas puede llegar a esa cima sin la connivencia de las autoridades y el
involucramiento activo o pasivo de los funcionarios de la seguridad.
Dispenseme, señor narcopolicía, si me olvidé el documento en casa, pero en mi
documento tengo la dirección y un montón de datos que prefiero que se me pidan
si soy sospechosa de un delito. De todas maneras, usted podría seguramente
obtenerlos, porque esto es una gran mierda. Cuando era chica, mi abuela me
enseñó a no hablar con desconocidos, y yo a usted no lo conozco.
Igual, habida cuenta del peligro, pondré mi
cara de asombro y contestaré buenamente todo lo que me pregunte: me llamo
Fannery O’Connor, vivo en el cuarto piso de la Torre de Marfil del barrio
Comala, en la localidad de Macondo, junto con el señor Poirot y doña Marple,
que son mis tíos. Estoy casada con el capo de la mafia y vine al parque a tomar
fotos porque ya terminé de plancharle las camisas a mi marido. ¿Al jefe Gorgory lo conoce?
Es mi suegro.
Imagen de
Juan Paz.
2 comentarios:
¡¡Muy buena respuesta!!
Te pregunto: ¿Tu primo no Wallander el sueco?
Un abrazo, comparto tus ideas.
mariarosa
Jaja, ¡claro! Un abrazo
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