no me apagues la luz
bebé
que yo no me oriento por los sonidos nocturnos
que imprime el movimiento
en los cuerpos y en las cosas
no me des una pizarra vacía
solo para multarme cuando apoye
por primera vez la tiza
y si te vas lejos
para salvarme de vos
tené en cuenta
que el destrozo del anzuelo
puede ser menor
que el que perpetra
la intención soterrada de arrancarlo
por último
y por descargo
no me hinques desde lejos:
sí, estoy viva
siento todo
la quietud es la última defensa
la única
si han caído las demás
1 comentario:
Algunas veces, un susurro en la oscuridad es la mejor de las guías...
Suerte
J.
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