Con la cabeza mareada de ir de un canal a otro intentando atrapar fragmentos de verdad, miro a mi perra. Los periodistas no respetan los turnos de la conversación, se enciman cuando hablan, o cuando gritan. Me saturaría ser uno de los investigadores y tener que soportar a ese conductor que hace una pregunta y corta cuando intentan contestársela. Esperaba escuchar a Canaletti, por alguna razón confío en lo que dice Canaletti.
Pero ya me cansé e indago a mi perra. Está echada, tranquila, mueve la cola. No estemos de acuerdo con la guerra y la ocupación en Palestina, le digo, pero no por eso nos olvidemos de la AMIA. No confundamos judaismo con sionismo, ni islamismo con yihadismo. Ni política con justicia. ¿Será que estoy errada? A lo mejor o nada tiene que ver con nada o todo tiene que ver con todo. Como en el efecto mariposa. ¿Pero qué mariposa es ésta? ¿a dónde mueve las alas?
Me duele la cabeza. Estuve leyendo a Alice Munro porque no me salió el dibujo que intenté. Corto una flor de trébol, tan bonita. La plaga del trébol en el patio. Tan bonita. Y se la muestro a mi perra. ¿Es bonita, Fiora?
Ella responde, con una apacible mirada que refleja el sol de las cinco de la tarde: "Ay, Nebelia, sos de una insignificancia cósmica tremenda"
Siempre me hace reír
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