martes, 27 de marzo de 2018

Repartirse

Hoy miré el agua del río y pensé que algún día el polvo de todos correrá por él. Algún día todo se desintegrará y terminará en el agua del río, y todos terminaremos mezclados, solidarios a la descomposición y la compensación del suelo.
Ayer removían tumbas en el cementerio, en la parte vieja, nichos que hace siglos nadie visita. Tiraron abajo las lápidas, vaya a saber qué hicieron con los restos. Restos, algunos anónimos, ya que la placa de metal que contenía el nombre se desprendió hace tiempo o fue robada por el valor del bronce o del cobre.
Entonces, pensé, esa gente ya debe haberse vuelto polvo, debe haberse reintegrado al ecosistema, debe ser aire, tierra, agua. Derribada por el olvido o por la falta de descendientes que paguen ha salido del único cubículo que la separaba de todo lo demás. Debe correr por el río hecha nada, y a la vez todo.
Una buena forma de estar en todos lados y en ninguno: volverse polvo. Repartirse.

1 comentario:

Guillermo Altayrac dijo...

Muy bello. Qué bueno que seguís escribiendo.